La ingeniería eólica es parte crucial de muchos proyectos de construcción. A alturas de 400 metros y más, el flujo del viento es parecido a lo que experimenta un avión. Por este motivo, nuestra meta es reducir el movimiento del edificio a un nivel que sus ocupantes no puedan percibir, aunque los retos aumentan de forma proporcional a la altura del edificio. Esto es más perceptible en los edificios residenciales, donde los criterios son mucho más estrictos que en los edificios comerciales.
Nuestras soluciones incluyen ajustes a la forma del edificio para volverlo más aerodinámico, como introducir aberturas que permitan que el viento pase a través de la estructura o agregar curvas en lugares críticos a lo largo de la fachada para minimizar la respuesta de “desprendimiento de vórtice” que causa aceleraciones grandes.
Con el uso de análisis de túneles de viento, WSP trabaja estrechamente con sus arquitectos para refinar la forma de un edificio. Adicionalmente, el uso de concreto de alta resistencia y una variedad de sistemas estructurales mejoran la rigidez del edificio sin obstruir el diseño. Por otro lado, los edificios muy alto necesitan amortiguadores para reducir el movimiento, lo que lleva a nuestros mejores ingenieros estructurales a hallar formas de minimizar los materiales para así reducir los costos y el impacto en el espacio disponible del amortiguador.