En mi caso personal y la época en la que me tocó estudiar Geología, era un poco más difícil para las mujeres que para los hombres, pero afortunadamente creo que esa situación ha cambiado muchísimo. Ahora son cursos más grandes en los cuales el número de mujeres es cada vez mayor y sus intervenciones son cada vez más importantes. En poco tiempo, muchas mujeres se han interesado en esta carrera porque el mundo minero está más abierto y ha impulsado la integración de la mujer en sus diferentes actividades, gracias a las nuevas políticas de inclusión. Yo diría que, hoy por hoy, la carrera se encuentra muy bien equilibrada entre hombres y mujeres.
¿Cuáles son las brechas de género que todavía quedan por derrumbar?
En la época en que hice mi doctorado en Inglaterra, me impresionó bastante constatar que nos llevaban mucha ventaja en temas de no discriminación. En un comienzo fue un shock cultural para mí, pero luego me hizo sentido y creo que es muy necesario generar normas para crear conciencia sobre el respeto por sobre las diferencias.
Creo que en Chile, recién estamos acercándonos a ese estándar global. Nos ha costado trabajo avanzar pero es algo en lo que debemos seguir muy enfocados. Soy parte de WSP desde el año 2010 y en mi equipo de trabajo, se ha trabajado en avanzar en la igualdad de género. Ahora, todavía hay tarea que hacer en temas de equidad en los ingresos y competencias sobre todo en el rubro de la minería que históricamente se ha mirado como un rubro reservado para los hombres. Aún hay tarea por hacer.
De tu experiencia en WSP, ¿cuál es el proyecto qué más has disfrutado?
Es difícil contestar esta pregunta porque me gusta el trabajo que hago y me gustan todos los proyectos en los que he participado. Si tuviera que elegir un proyecto sería el que me tocó ir a Rapa Nui a hacer una caracterización hidrogeológica. Entre las tareas que realizamos estaba evaluar el estado de las aguas subterráneas y entender el sistema hidrogeológico completo. Fuimos por cinco días y nos llevaron a los lugares muy especiales a los cuales los turistas no tienen permitido acceder. Acompañados de personal de SASIPA, pudimos ir a tomar muestras de agua al cráter de Rano Kau y estuvimos en las cavernas más escondidas de la isla. Este es un ambiente geológico volcánico, algo totalmente distinto al contexto minero que es el ambiente en el que estamos acostumbrados a trabajar. Ese es el proyecto que más he disfrutado y que recuerdo con mucho cariño.
¿Cuál crees que es nuestro gran desafío?
Creo que es importante que entre distintas áreas nos comuniquemos, potenciemos y complementemos. Hay que fomentar un flujo de información que logre unir a las áreas y realizar instancias que permitan el conocimiento de otras áreas: los servicios que entregan y sus equipos. Tenemos que hablar un mismo idioma, saber que trabajamos en la misma dirección y que todos somos WSP.