El Salón de Actos de las Facultades de Derecho y de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Cantabria (UC) acogió recientemente el IX Congreso Internacional de Ordenación del Territorio (CIOT) que, con casi 300 participantes inscritos, estuvo organizado por el Gobierno de Cantabria, FUNDICOT (Asociación Interprofesional de Ordenación del Territorio), y el Gobierno del País Vasco.
El congreso, que abordaba temas clave relacionados con la ordenación del territorio como el desafío de los cambios climático y energético, el papel y el valor del patrimonio y de la planificación territorial, ambiental y urbana, o los retos del medio ambiente en España, fue inaugurado por el rector de la UC, Ángel Pazos; junto con personalidades del Gobierno de Cantabria y el Gobierno del País Vasco.
Manuel Pérez, Director General de WSP Spain y Antonio Herrera, Director de Costes, Operaciones y Mantenimiento, junto con el Instituto de Hidráulica Ambiental (IH) de la Universidad de Cantabria presentaron la ponencia “El desafío del cambio climático en la gestión y planificación de infraestructuras. La herramienta ST”.
La ponencia, que fue presentada por Antonio Herrera, explicaba cómo los agentes ambientales extremos ligados al cambio climático ocasionan daños sobre las infraestructuras que incrementan sus costes y reducen sus ingresos, constituyendo un desafío para los operadores de infraestructuras de cara a la planificación y gestión sostenible de sus activos.
Por este motivo, WSP Spain y el IH han colaborado para desarrollar una aplicación para el International Finance Corporation (IFC) que permite predecir y evaluar en diferentes tipos de carreteras y aeropuertos los efectos técnicos y económicos ocasionados por los agentes climáticos y meteorológicos relacionados con el cambio climático, ofreciendo una herramienta de apoyo para la gestión y la toma de decisiones.
La herramienta “Climate Risk Management Screening Tool” (ST) permite a los usuarios determinar, de una manera relativamente sencilla, el nivel de riesgo de una carretera o aeropuerto, en función de la información específica del proyecto y del clima. Para ello, el riesgo climático se basa en indicadores financieros que evalúan las consecuencias en diferentes escenarios de cambio climático y años de horizonte.
De manera complementaria, la herramienta sugiere posibles medidas de adaptación al cambio climático, que pueden aplicarse sobre la infraestructura con el objetivo de hacerla más resiliente frente a los agentes ambientales, ofreciendo la oportunidad de comparar los riesgos y costes esperables sobre la infraestructura en su estado inicial y tras la aplicación de este tipo de medidas, así como aconsejar acerca del año en que la aplicación de estas medidas se considera recomendable.
La amenaza del cambio climático sobre las redes de infraestructuras constituye un fenómeno que algunos gestores públicos y privados ya están analizando por sus implicaciones económicas y sobre la calidad del servicio. El análisis de la evolución de los datos climáticos durante las últimas décadas permite pronosticar daños futuros sobre las infraestructuras y proponer medidas que conduzcan a hacerlas más resilientes, es decir, mejor preparadas para resistir los efectos del cambio climático, avanzando de este modo hacia un modelo de desarrollo eficiente y sostenible de cara al futuro.