Los usos de BIM se determinan de acuerdo a las necesidades y requerimientos de cada proyecto tomando como base la identificación de la fase que se está desarrollando (planificación, diseño, desarrollo de ingeniería de detalle o construcción entre otros). Los proyectos de procesos industriales son multidisciplinarios y en el rubro alimentario, como en otras actividades productivas, las plataformas 3D y la metodología BIM en general, permiten desarrollar modelos que consideren hasta el más mínimo detalle o equipamiento de una línea de producción. “Ese nivel de detalle en la fase de ingeniería, se traducirá en ahorros de tiempo y costos para el cliente en las etapas de construcción y operación”, según aseguraron Alex Cartes y Óscar Paredes.
La metodología BIM nos plantea de manera continua desafíos de diversa índole, no solo en lo relacionado con la modelación de 3D. En WSP, nuestro reto es la optimización de los recursos y reducción de los tiempos invertidos de para la modelación, para lo cual nuestro factor diferenciador es ser capaces de asegurar, además, la calidad de nuestros entregables. “En definitiva, si bien es muy importante ser rápidos, a nosotros nos interesa ser los mejores; manteniendo el adecuado equilibrio del triángulo virtuoso de costo, tiempo y calidad”, recalcó Alex Cartes.
Para ello, la compañía trabaja en el desarrollo de rutinas y procesos que potencien la automatización durante el proceso de construcción virtual, como así también automatización en las revisiones y auditorías de modelos, con la finalidad de minimizar reprocesos y prevenir las interferencias. Para hacer realidad esto, no basta con solo utilizar un software, según destacó el profesional de WSP: “Para alcanzar y garantizar la excelencia se requiere esfuerzo. Se debe desarrollar un trabajo que demanda planificación, gestión y compromiso de todos los profesionales del área BIM y de la compañía en general. Ese es el compromiso que hemos hecho con nuestros clientes”.