Han pasado casi dos años desde que la comunidad medioambiental mundial celebró la entrega del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, un documento para ayudar a guiar al mundo hacia la preservación de la naturaleza. El Marco, que esbozaba cuatro objetivos y 23 metas para exponer el trabajo que queda por hacer de forma clara y concisa: qué debe cambiar, quién debe participar y los tipos de medidas que deben adoptarse. Las metas establecían objetivos a corto plazo para 2030, mientras que los objetivos se centraban en logros a largo plazo para 2050.
Tanto los objetivos como las metas establecían una hoja de ruta clara, tanto para los que ya estaban actuando como para los que necesitaban iniciar su viaje hacia la biodiversidad. A partir de entonces, los gobiernos, las instituciones y las empresas deberán mostrar su liderazgo, poniendo en marcha las políticas y los planes necesarios para cumplir los objetivos en la próxima década.
A la espera de la próxima Conferencia sobre Biodiversidad, COP16, que se celebrará del 21 de octubre al 1 de noviembre en Cali (Colombia), reflexionamos sobre los progresos realizados en Canadá para alcanzar tanto los objetivos a corto plazo como los objetivos a largo plazo, y analizamos las expectativas para la próxima reunión mundial.
Acción gubernamental
Desde la conferencia de Montreal, los gobiernos han estado activos tanto a nivel nacional como internacional brindando apoyo en acciones para proteger la naturaleza.
La acción más significativa ha sido el desarrollo de la Estrategia para la Naturaleza 2030 y el Proyecto de Ley de Responsabilidad sobre la Naturaleza. Según el gobierno federal, la Estrategia aborda cada uno de los 23 objetivos contenidos en el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal.
“Detener e invertir la pérdida de biodiversidad es uno de los grandes retos de nuestro tiempo, pero si lo hacemos bien, la transición hacia un positivo para la naturaleza tendrá repercusiones profundamente positivas en nuestro bienestar colectivo, nuestra prosperidad económica y nuestra calidad de vida ahora y en el futuro”.
El proyecto de ley de rendición de cuentas sobre la naturaleza (Bill C-73: Ley sobre transparencia y rendición de cuentas en relación con determinados compromisos contraídos por Canadá en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica) es la segunda de este tipo en el mundo. El proyecto de ley "... establecería medidas concretas [...], entre ellas la obligación de elaborar estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad -como la Estrategia 2030 para la Naturaleza- y de informar sobre su aplicación. Los requisitos de presentación de informes permitirían evaluar los avances en la aplicación y, en caso necesario, proporcionar información sobre las correcciones necesarias para mantener el rumbo hacia el cumplimiento de los compromisos.”
Aunque todavía no se ha convertido en ley (el proyecto de ley recibió la primera lectura el 13 de junio de este año), la legislación representa uno de los actos más significativos de cualquier gobierno desde la COP15, poniendo en ley acciones relacionadas con la protección de la biodiversidad. Sin embargo, se señala que "... el liderazgo y la ambición provinciales y territoriales serán esenciales, complementados por acciones de todos los demás segmentos de la sociedad”.
El negocio de la naturaleza
En cuanto a la comunidad empresarial, en junio se anunció la ampliación del Programa Piloto de Intercambio para la Conservación. El Intercambio, que "... está aplicando y probando una medida estandarizada de base científica para determinar los beneficios para la biodiversidad de los proyectos de conservación", ha sido un programa de éxito para demostrar distintos tipos de soluciones de conservación que pueden introducirse a escala de la propiedad
Además de su intento de introducir iniciativas locales para proteger y restaurar la biodiversidad, el gobierno federal también ha apoyado trabajos que se realizan en todo el mundo. En mayo, se destinaron 15 millones de dólares a la iniciativa Conserva Aves, que apoya la biodiversidad y la salud de los ecosistemas en América Central y del Sur. Anteriormente, en diciembre de 2022, el liderazgo canadiense ayudó a formar la Alianza de Minerales Críticos Sostenibles, una organización apoyada también por Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Japón, Alemania, Francia y Australia, que trabaja para impulsar la adopción mundial de una cadena de suministro de minerales críticos responsable desde el punto de vista medioambiental y social.
Los esfuerzos combinados a escala local, nacional e internacional han demostrado el compromiso permanente de los gobiernos con la protección y restauración de la biodiversidad.
Programa e importancia de la COP16
Cali, la tercera ciudad más poblada de Colombia con más de 2,2 millones de habitantes, es la ciudad más grande del suroeste del país y está situada cerca de la costa del Océano Pacífico. La ciudad fue elegida sede de la COP16 por encima de otras del país, tras la confirmación de las Naciones Unidas en diciembre de que la conferencia se celebraría en Colombia
El tema de la conferencia, Paz con la Naturaleza, junto con el uso de la flor inirida (que sólo se encuentra en Colombia) pretenden combinarse para transmitir tres mensajes importantes:
-
El Plan de Biodiversidad constituye un todo indivisible.
-
Es momento de hacer las paces con la naturaleza por el bien del planeta y las personas.
-
La biodiversidad es un baluarte contra la triple crisis ambiental que afecta a nuestro mundo.
La conferencia de este año se centrará principalmente en la aplicación de un nuevo Marco Global de Biodiversidad a 10 años, basado en el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Esto incluirá el establecimiento de objetivos más allá de lo ya previsto para 2030, creando una serie de nuevos puntos de referencia para que los países se esfuercen por alcanzarlos.
Será importante comprender en qué medida estos nuevos objetivos entrarán en conflicto con las medidas ya adoptadas, como el proyecto de ley de responsabilidad por la naturaleza. Si se requieren cambios significativos en la legislación para cumplir con las exigencias de un nuevo plan mundial a 10 años, podría ser complicado hacerlo dado el poco tiempo que queda antes de las próximas elecciones federales.
Al mismo tiempo, será fundamental seguir apoyando las iniciativas internacionales, pero también reconocer el respaldo necesario dentro del país. A medida que las comunidades gubernamental, institucional y empresarial trabajen en enfoques positivos para la naturaleza en sus prácticas, el gobierno federal deberá garantizar la existencia de programas que impulsen de manera continua esta importante transición.