La naturaleza es la base de nuestra sociedad, ya que presta servicios esenciales que sustentan la economía mundial, la salud humana y el bienestar. Este vínculo esencial subraya la importancia de abordar el continuo declive de la biodiversidad, un reto que plantea riesgos significativos para las empresas. Estos riesgos incluyen posibles interrupciones de la cadena de suministro, escasez de materias primas y aumento de los costes operativos.
Reconociendo su contribución, las empresas tienen un papel fundamental a la hora de detener y revertir nuestros impactos sobre la naturaleza y la biodiversidad. Es fundamental tener en cuenta la naturaleza, de la que el clima forma parte, en todos los sectores y prácticas empresariales. Este enfoque proactivo ayuda al sector privado a gestionar mejor los riesgos relacionados con la naturaleza y a aprovechar al máximo las oportunidades, al tiempo que contribuye de forma significativa a la restauración y recuperación de la biodiversidad.