La sostenibilidad es un término que abarca ya tantos ámbitos de nuestras vidas que ha acabado por resultar ambiguo. Si trasladamos el concepto al terreno empresarial, un activo sostenible es aquel que tiene en cuenta no solo los impactos económicos, sino también los de tipo ambiental, social y de gobernanza. Son las dimensiones ESG, en sus siglas en inglés, cada vez más presentes e influyentes en cualquier sector económico y cada vez más analizadas a la hora de realizar una inversión socialmente responsable.
En este contexto, WSP Spain ofrece servicios de consultoría y asesoramiento a inversores, entidades financieras y promotores para Adquisiciones y Operaciones (M&A) que responde precisamente a los desafíos ESG. Ese servicio es la Sustainability Due Diligence.
Una Due Diligence es un análisis de riesgos para un activo susceptible de entrar en un proceso de adquisición, de toma de participación en otra compañía u operación corporativa. Dependiendo de las necesidades del cliente, el estudio e informe final incluirán el desempeño de la empresa o concesión desde diferentes perspectivas: legal, técnica, comercial, ambiental o financiero, por citar algunas.
El director de Seguridad y Sostenibilidad de WSP Spain, David Llamas, precisa que en el caso de la Sustainability Due Diligence el objetivo es “revisar el grado de integración de los criterios ESG en las prácticas, procesos y toma de decisiones que atañen a cualquier departamento o área de la empresa".
En ese sentido, Llamas detalla que es una mirada "global, integral y holística que se ajusta perfectamente a lo que hoy se entiende por sostenibilidad corporativa o empresarial" y que también examina cómo la organización contribuye a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. El esfuerzo por alinearse con los ODS se ha disparado en los últimos años. La Red Española del Pacto Mundial realizó un informe en 2019 en el que señalaba que, en 2016, el porcentaje de empresas del IBEX 35 que mencionaban en sus memorias de sostenibilidad la integración de los ODS era del 49%. Tres años después se situaba en el 86%.
Bajo el punto de vista del director de Seguridad y Sostenibilidad de WSP Spain, poco a poco se va imponiendo hacer análisis completos sobre sostenibilidad y no parciales sobre medio ambiente. Es una tendencia todavía no explotada en España, pero que acabará penetrando en todos los sectores económicos. “Tenemos clientes internacionales que ya nos han solitado due diligence en las que se reflejen aspectos como la calidad de la mano de obra, la existencia o no de trabajo infantil, el tipo de relaciones con la población local o el tratamiento de posibles reclamaciones de territorio de colectivos indígenas".
WSP Spain aporta para este tipo de consultorías un equipo multidisciplinar de especialistas y expertos formados en medio ambiente, sostenibilidad, seguridad, salud y ‘well being’, responsabilidad social empresarial (RSE) y reputación corporativa. Todos ellos trabajan para ofrecer, en primer lugar, un ‘Red flag report’ donde se recogen los puntos que pueden poner en peligro una operación de compra, venta o fusión. A este le siguen un ‘Draft report’ y un ‘Final report’ en el que se informa en detalle sobre el éxito y el valor del desempeño en las políticas de ESG de una empresa, teniendo en cuenta las tres dimensiones: ambiental, social y de gobernanza.
La dimensión ambiental se corresponde con los esfuerzos realizados por la empresa para mitigar los efectos del cambio climático, como son la reducción de la huella de carbono, la correcta gestión de residuos y vertidos, la eficiencia energética y el consumo de energía, el manejo del agua, el círculo de vida de los materiales y el impacto en la biodiversidad de las operaciones, entre otros.
La dimensión social representa los avances y políticas internas relacionadas con las condiciones laborales, el bienestar de las personas en el seno de la organización y los vínculos establecidos con la comunidad local a través de iniciativas sociales. En este punto se analiza la igualdad entre hombres y mujeres, la no discriminación salarial por sexo, la conciliación familiar, el acceso de colectivos vulnerables al empleo, el respeto a la diversidad y los derechos humanos o la prevención del trabajo infantil y el trabajo forzado. También se analiza todo lo que tiene que ver con la seguridad y salud en el trabajo, como el tipo de oficinas y de mobiliario, la iluminación, los servicios médicos y jurídicos disponibles, la implantación de menús saludables en el comedor, la existencia de espacios deportivos y de ocio o el desarrollo talleres motivacionales, coaching individual y grupal, etc.
La dimensión de gobernanza tiene que ver con la forma en que se gestiona una compañía y aborda la independencia de los directores, su remuneración, la estructura de la organización, su estrategia fiscal, de transparencia y los programas anticorrupción, entre otros.
Las empresas que cuidan sus índices de sostenibilidad y el de sus adquisiciones no sólo demuestran un firme compromiso con el medio ambiente y la sociedad en general, también logran un mayor control de sus riesgos, un mejor posicionamiento dentro de su sector, una ventaja competitiva con respecto a sus competidores y también un acceso con condiciones más ventajosas a financiación externa.