El ruido provocado por las actividades económicas es una forma de contaminación acústica que preocupa cada vez más a la sociedad de nuestro tiempo por su efecto negativo sobre la salud y el medio ambiente. Cualquier actividad que involucre maquinaria pesada, procesos de fabricación o de construcción tiene el potencial de generar altos niveles de ruido. Fábricas, obras, minas, centros logísticos, plantas energéticas… pueden provocar una exposición constante a niveles de ruido que son motivo de diferentes afecciones, tanto entre sus trabajadores como entre la población de su entorno.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pérdida de audición por exposición al ruido industrial es la dolencia profesional más común y afecta a millones de personas en todo el mundo. Los trastornos del sueño son otro de los problemas de salud habituales en entornos de actividad económica nocturna. En este caso, la alteración del ciclo del sueño puede provocar insomnio, fatiga y una reducción del rendimiento cognitivo, afectando a la salud y a la productividad.
Diversos estudios relacionan también algunas enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y la cardiopatía isquémica, con el estrés y el aumento de la presión arterial que genera la exposición prolongada al ruido industrial.
Este tipo de contaminación acústica tiene también un impacto significativo sobre el medio ambiente, ya que puede alterar el comportamiento natural de los animales, afectando a su comunicación, reproducción y hábitos alimentarios. Todo ello deriva en posibles cambios en la distribución y abundancia de especies dentro de un ecosistema, provocando una pérdida de biodiversidad y la alteración de los procesos ecológicos.
Tanto los problemas de salud como el impacto medioambiental que provoca el ruido industrial tienen un alto coste económico. La OMS estima que unos 40.000 millones de euros al año sólo en Europa. Un impacto en el que se incluyen los costes relacionados con la asistencia sanitaria, la pérdida de productividad y la reducción de la calidad de vida, así como los efectos negativos en los ecosistemas y la biodiversidad, ya que la contaminación acústica puede provocar una disminución de los servicios ecosistémicos, como la polinización y el control de plagas, que son esenciales para la agricultura y otras industrias.
Las empresas del ámbito industrial afrontan un reto importante, pero por muy complejo que parezca el problema, existen multitud de posibilidades asociadas a la consultoría acústica que, combinadas con las soluciones ingenieriles y arquitectónicas adecuadas, permiten mejorar los niveles de ruido de manera notable. En la mayoría de los casos se trata de la resolución de problemas que requieren soluciones técnicamente complejas, pero que no implican una inversión económica excesiva y generan, en cambio, grandes beneficios sobre la economía y la reputación de la empresa.
Soluciones al ruido industrial
Lo primero que debemos hacer para aportar soluciones a la contaminación acústica en el entorno industrial es un análisis de ruido, que permitirá medir el nivel sonoro del área estudiada. El uso de sonómetros y, especialmente, tecnologías más avanzadas como la cámara acústica, es fundamental para garantizar que las mediciones, punto de partida de toda estrategia acústica, tengan la máxima precisión posible.
En el ámbito industrial es improbable que exista distancia suficiente entre las diferentes actividades y fuentes de ruido para hacer mediciones aisladas, lo que reduce la efectividad de los sonómetros, que son elementos de medición pasiva que cuantifican el nivel de presión sonora sin discretizar de dónde proviene el ruido. Un excelente complemento a los sonómetros son las cámaras acústicas, que no sólo aíslan las fuentes de ruido, sino que permiten realizar un análisis frecuencial de las mismas. Para ello se utiliza un array de micrófonos altamente sensibles y un sistema de procesamiento de señales que capturan las variaciones de presión acústica en un área específica. Estos datos se visualizan como vídeos que representan las características espaciales y temporales del sonido, permitiendo identificar y localizar fuentes de ruido, analizar la propagación del sonido, detectar problemas y evaluar la eficacia de las medidas de control del ruido.
Una vez efectuadas las mediciones se debe realizar un análisis pormenorizado de todas las actividades que se realizan en la industria, así como su duración, localización y frecuencia. Con dicho análisis se realizará una matriz de actividades clasificándolas de tal forma que permitan la definición de una correlación entre las actividades y las mediciones efectuadas, buscando la identificación de las actividades más ruidosas, así como las fuentes de contaminación acústica asociadas a esas actividades.
Sobre la base de la caracterización de todas las fuentes de ruido se define un modelo acústico, que será validado gracias a las mediciones realizadas. A partir de este punto se deben definir soluciones de control de ruido destinadas a resolver el problema.
En algunos casos, la diversidad y complejidad del entorno hace que no existan soluciones estándar que puedan ser aplicables de manera general, sino que deben desarrollarse soluciones específicas entre las que podemos encontrar el aislamiento de la maquinaria, total o parcialmente, el diseño y ejecución de cerramientos acústicos o la sustitución de piezas que reduzcan el impacto acústico. Todo este proceso de definición de soluciones requiere un asesoramiento técnico especializado que permita seleccionar las medidas más eficaces.
Una vez definidas las soluciones a adoptar, éstas deben probar su eficacia mediante simulaciones asociadas al modelo acústico desarrollado con anterioridad. Tras este proceso de comprobación es posible pasar a la fase de diseño final y ejecución de las actuaciones.
Merece la pena destacar que éste tipo de análisis se puede realizar también, de manera preventiva, cuando la instalación industrial está aún en fase de proyecto. En este caso es clave contar con un modelo digital de la instalación que facilite el desarrollo del consecuente modelo acústico. Esta aproximación al análisis de ruido proporciona grandes ventajas en el control de cambios del proyecto, desde la fase temprana de detección hasta la conclusión, una vez que se han instalado y verificado las medidas correctoras. Además, permite visualizar en 3D las fuentes de ruido y los puntos de medición, ofreciendo al cliente la comprensión del problema y del impacto de las medidas correctoras recomendadas antes incluso de la ejecución de la instalación.
Desde industrias relativamente recientes como los ‘data centers’, que alojan equipos y maquinaria que operan 24/7, hasta actividades económicas maduras que se ubican en zonas urbanas como hoteles o edificios de oficinas, la preocupación por la contaminación acústica se ha convertido actualmente en una de las prioridades en las estrategias ESG de los líderes de los principales sectores económicos. Los procesos y medidas aquí descritos son la base para el cumplimiento de los estándares recomendados por la legislación y la normativa vigente.