El personal de WSP, procedente de seis países, contribuyó al diseño de la instalación de gestión de relaves (TMF) para el proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) de Teck. Situado en el norte de Chile, QB2 es uno de los mayores recursos de cobre sin desarrollar del mundo. Una vez completado, será un activo de clase mundial con bajos costos de operación y una vida minera inicial de 28 años con un importante potencial de crecimiento adicional.
Esta desafiante tarea requirió varios estudios de ingeniería y análisis en profundidad para diseñar una instalación capaz de manejar una cantidad signficativa de relaves por día que serán transportados por gravedad a la TMF y separados en fracciones finas y gruesas. La fracción gruesa se utilizará para la construcción del terraplén de almacenamiento, mientras que la fracción más fina se depositará en el embalse de estériles.
El diseño
Además del diseño del terraplén de la instalación, los servicios incluyeron: el diseño de la gestión de las aguas superficiales, el diseño de la clasificación del material de los relaves (es decir, la estación de ciclones) y el diseño de las tuberías para la distribución del agua y los relaves con componentes eléctricos, estructurales y de instrumentación.
La TMF se desarrollará a partir de un cofferdam de 35 m de altura, una presa de arranque de 120 m de altura y, posteriormente, el terraplén de arena para los relaves se irá elevando a lo largo de la vida útil de la mina. Al final de los 28 años de vida útil de la mina, la instalación de residuos tendrá una altura de 310 m. El uso de arena de ciclón es una práctica común en Chile y ha demostrado ser un método seguro de construcción para estructuras de gran escala como las requeridas para este sitio.
Se añade agua para reducir el contenido de sólidos de los relaves para su ciclonización con el fin de producir arena para la construcción de la presa y su deposición en la TMF. El complejo sistema de deposición y la gestión de los residuos maximizan el agua recuperada.