El Viaducto de Escaleritas se diseñó ante la necesidad de conectar los barrios de La Feria y Escaleritas, en Las Palmas de Gran Canaria, que están separados por el Barranco de la Ballena. Este barranco tiene unos 25 m de profundidad, y se ha ido rellenando con el tiempo de todo tipo de materiales heterogéneos. Además, la existencia de un falso túnel, que discurre por debajo de forma bastante superficial formando un ángulo de 51º con la nueva alineación, obligaba a construir un vano de gran luz, puesto que no podía colocarse ningún apoyo sobre el falso túnel. Al tratarse de una estructura urbana, el puente debía albergar tráfico rodado y peatonal. Todos estos condicionantes dieron lugar al viaducto que finalmente se construyó: un puente de 4 vanos de luces 100 + 42 + 42 + 36, de canto constante de 1,80 m, mixto y con el primer vano atirantado debido a su gran luz.
Esta estructura, eminentemente urbana, enlaza los barrios de Escaleritas y de La Feria. La anchura del viaducto es de 21,50 m. El tablero es una sección cajón mixta acero - hormigón, que se sustenta en las pilas con un único apoyo central, materializándose una luz de torsión de 220 m. El mástil, inclinado hacia los contrapesos, de 36 m de altura, es metálico, y conecta los 10 tirantes portantes que soportan el tablero (en un único plano central) con las dos familias de tirantes de retención, ancladas a sendos macizos de anclaje. La construcción del tablero y del mástil se realizó mediante izado con grúas de la estructura metálica, siendo la dovela mayor de 63 m de longitud y 2.880 kN de peso. La sección mixta del tablero se completó con prelosas colaborantes. El tesado de los tirantes se realizó en 3 fases con gato unifilar.