El ruido excesivo en una oficina abierta afecta negativamente a la productividad de los trabajadores, causando distracciones, aumentando el tiempo que se tarda en completar tareas y aumentando los errores cometidos. A largo plazo puede causar estrés y fatiga auditiva, lo que supone un impacto negativo en la salud y el bienestar de los trabajadores. En cambio, la mejora en el confort acústico puede tener un impacto significativo en la productividad de los trabajadores.
Diferentes estudios coinciden en que se tarda una media de 8 minutos en recuperar la concentración tras una distracción. Y se estima que el coste de las horas perdidas debido a las distracciones por el ruido de conversaciones es 8 veces mayor que el coste del acondicionamiento acústico para un periodo de 5 años.
Resultados de una encuesta a trabajadores para el estudio ‘Acoustical Comfort in Office Buildings’ (2019) que refleja los niveles de satisfacción e importancia de tres variables acústicas: privacidad, eco y ruido.
Por todo ello es importante que las empresas evalúen regularmente el ambiente acústico en sus espacios de trabajo y tomen medidas para reducir el ruido si es necesario. Medidas que se pueden implementar desde la fase de diseño de la oficina y la planificación de los espacios de trabajo hasta la aplicación de medidas correctoras y tecnologías de enmascaramiento de ruido.
Todos los centros de trabajo requieren unas condiciones de confort acústico básicas que pueden definirse y aplicarse sea cual sea la situación actual, desde la apertura de una nueva oficina hasta la evaluación del entorno de trabajo actual. Por muy complejo que parezca el problema, existen multitud de posibilidades asociadas a la consultoría acústica que, combinadas con las soluciones ingenieriles y arquitectónicas adecuadas, permiten mejorar las condiciones de manera notable. En la mayor parte de las ocasiones se trata de la resolución de problemas que requieren soluciones técnicamente complejas, pero que no implican una inversión económica excesiva.
La estrategia de confort acústico más exitosa es aquella que se activa desde el anteproyecto y evoluciona a lo largo de todo el proceso constructivo hasta el momento de la entrega. Y para trabajar de esta forma es imprescindible contar con los servicios de una ingeniería integral que disponga de su propio equipo de consultoría acústica que colabore a diario con el resto de disciplinas de arquitectura e ingeniería.
La evaluación de soluciones para la mejora del confort acústico suele comenzar con la medición de los niveles más relevantes, especificados por la última norma europea publicada (ISO 22955:2021 - Acoustic quality of open office spaces). En la fase de medición se identifican los diferentes tipos de espacios según sus usos y se analizan cuatro parámetros fundamentales: el tiempo de reverberación, la atenuación del habla, la velocidad de decaimiento espacial del habla y el nivel de ruido ambiental.
Tras la fase de medición se debe aplicar un modelo acústico que permitirá simular diferentes soluciones sobre el espacio de intervención hasta alcanzar el resultado óptimo de confort acústico. Existe una gran diversidad de soluciones, desde la mejora de la absorción acústica en paredes y techos hasta la redistribución de espacios o las tecnologías de enmascaramiento de ruido, por lo que es fundamental contar con un asesoramiento especializado que permita seleccionar las medidas más eficaces.
Por último, se monitorizan los resultados obtenidos en el espacio de trabajo para asegurar de manera objetiva la calidad de la actuación diseñada y aplicada y se evalúan de nuevo las condiciones de trabajo para su mejora continua.