El perfil de rentabilidad, resiliencia y estabilidad financiera que presentan estas empresas ha convertido el mercado de la concesión pública en un negocio muy atractivo para los fondos de inversión. Al tratarse de un mercado maduro, donde las nuevas oportunidades escasean y la mayoría de los servicios públicos se encuentran ya en explotación, el interés de los fondos de inversión ha supuesto un incremento importante de las operaciones de compraventa dentro del sector.
Todas estas operaciones están soportadas por el asesoramiento técnico y comercial de especialistas en el sector correspondiente (transportes, infraestructuras, edificación, energía, agua…) cuya principal misión es el análisis de los riesgos y oportunidades de los paquetes de activos incluidos dentro del perímetro de la operación.
Los citados especialistas deben ser capaces de combinar la excelencia técnica con la visión financiera para ‘anticiparse’ al futuro en aquellas cuestiones que puedan afectar a los ingresos y los gastos derivados de la operación y mantenimiento de la concesión.
La labor teórica de estas empresas es la realización de un análisis predictivo de riesgos y oportunidades a partir de un caso de negocio base. Los riesgos pueden incluir cambios en las regulaciones, fluctuaciones en los precios del mercado, movimientos demográficos y otros factores que puedan afectar a la rentabilidad del activo. Las oportunidades pueden incluir mejoras tecnológicas, cambios en las políticas gubernamentales, ventajas competitivas y otros factores que pueden impulsar el éxito de la explotación. El análisis debe incorporar una evaluación justificada de las probabilidades asociadas a cada escenario de riesgo y oportunidad, así como el impacto que tendría en el negocio y los correspondientes planes de mitigación y aprovechamiento, respectivamente.
Proyección de ingresos y gastos
El caso base de negocio y sus potenciales variaciones conllevan el cálculo y la posterior proyección de los ingresos y gastos asociados a la concesión. Entre los segundos, se evalúan tanto los gastos propios de operación (OpEx) como los gastos de reposición, mantenimiento extraordinario o nueva inversión (CapEx o costes asociados al ciclo de vida).
La determinación de los ingresos de la concesión es uno de los pasos más complejos, ya que debe incorporar no solo los condicionantes internos asociados al propio negocio, sino que integra consideraciones de carácter macroeconómico e incluso político y social. Uno de los conceptos más importantes a
manejar es su relación con el CapEx, ya que un uso óptimo del mismo puede afectar significativamente a los ingresos y cambiar de manera sustancial el resultado económico de la concesión.
El cálculo del OpEx (gastos de operación) se realiza a través de una aproximación de tipo bottom-up en la que se calculan con detalle todos los recursos que deben intervenir en la operación del servicio: personal, maquinaria, medios materiales de trabajo y consumibles, así como costes complementarios como alquileres de oficinas, asesorías externas, gastos de inspección, seguros y otros costes generales y de administración. Para reducir estos costes es necesario contar con un gran conocimiento técnico del sector que permita optimizar los recursos mediante mejoras en las rutas de los medios de transporte, en las frecuencias de trabajo de personal y maquinaria o con la implementación de tecnologías que incrementen el rendimiento y reduzcan costes.
Para el cálculo del CapEx se deben valorar las necesidades que genera el ciclo de vida de los elementos clave para la prestación del servicio: generalmente para la renovación de maquinaria, sus necesidades de mantenimiento extraordinario o nuevas inversiones que puedan ofrecer ventajas y eficiencias a medio o largo plazo. Para ello se debe analizar el impacto técnico y financiero de implementar equipos e instalaciones basados en tecnologías avanzadas que ofrecen mayor duración, rendimiento o eficiencia.
Más allá de las bases teóricas de este trabajo de análisis, descritas anteriormente, se encuentra el valor añadido que un asesor de alto nivel debe proporcionar al inversor. La parte más compleja, el paso que proporciona un valor adicional que marca la diferencia con el resto de inversores que pujan por la operación, es el entendimiento completo del proceso, la combinación de un conocimiento técnico de máximo nivel con unas bases financieras, comerciales y de entendimiento del negocio sobresalientes. Solo poniendo en el mismo equipo de asesoramiento todas esas capacidades se pueden obtener los mejores resultados.
El asesoramiento adecuado es determinante en el éxito de los inversores en una operación de estas características. La recomendación de nuevas tecnologías de producción de energía en concesiones Waste-to Energy; la optimización de espacios dedicados a instalaciones y su correspondiente ahorro en concesiones de edificación de alto coste por metro cuadrado (aeropuertos); o la implementación de mejoras de trazado en autopistas que permiten incrementar ingresos a partir del aprovechamiento adecuado del CaPex obligatoriamente comprometido son ejemplos asociados a casos de éxito que permitieron a los inversores, no solo cerrar la operación frente a otros competidores, sino hacerlo con un plan futuro de negocio firme y resiliente.