El primer metro de Sídney está revolucionando la ciudad al ofrecer un sistema de transporte más rápido, sostenible y accesible. Esta nueva infraestructura reduce significativamente los tiempos de viaje y fortalece la conexión entre comunidades diversas. El proyecto superó complejos desafíos geotécnicos y de ingeniería, incluyendo la excavación de túneles bajo la bahía de Sídney y la creación de intercambios eficientes entre líneas.

La innovación digital y las prácticas sostenibles, como el uso de concreto de baja emisión de carbono y materiales reciclados, fueron elementos clave en el diseño, lo que permitió reducir significativamente las emisiones y los residuos. Este sistema de metro mejora la conectividad, impulsa el bienestar de la comunidad y ofrece un servicio accesible y frecuente, que facilita la vida diaria y abre nuevas oportunidades para la creciente población de Sídney.

Un desarrollo histórico para una ciudad icónica

La red de transporte de Sídney enfrentaba dificultades para responder al rápido crecimiento de la población, con estaciones clave y rutas principales al borde de su capacidad. Se requería con urgencia contar con opciones de transporte público más rápidas y confiables. En este contexto, el diseño de una infraestructura significativamente más eficiente representó un desafío monumental.

Desde la planificación geotécnica de los túneles hasta el diseño de estaciones accesibles e inspiradoras, nos enorgullece haber contribuido a la realización de este ambicioso proyecto. Con un servicio continuo que recorre el subsuelo de la ciudad, el metro está ayudando a que Sídney prospere mediante una movilidad moderna y sostenible, pensada para el beneficio de todos.

El diseño geotécnico del metro fue especialmente complejo. Dada la gran cantidad de edificios y túneles existentes en la ciudad, las rutas debían evitar tanto la infraestructura actual como los desarrollos futuros propuestos. Uno de los mayores logros de ingeniería fue la excavación de túneles bajo la bahía de Sídney, una hazaña monumental pero necesaria. Esta ruta submarina proporciona una conexión de transporte público entre dos sectores de la ciudad que antes solo estaban unidos por el icónico —y frecuentemente congestionado— Puente de la Bahía de Sídney o por el túnel vial que cruza la ciudad.

También se prestó especial atención a las conexiones e intercambios. Nuestro equipo realizó un análisis profundo y un levantamiento detallado de las conexiones existentes, no solo para evitar interrupciones, sino también para asegurar una integración fluida con los trayectos actuales. De este modo, el nuevo metro se conecta con la red ferroviaria existente, ofreciendo intercambios sin esfuerzo para los pasajeros.

El diseño digital y la innovación jugaron un papel fundamental en este proyecto. Combinamos la gestión de datos con la realidad virtual para desarrollar un programa personalizado capaz de abordar la complejidad del sistema. Esta tecnología permitió modelar el flujo de pasajeros y simular escenarios futuros, ayudando a anticipar incertidumbres como el aumento de las precipitaciones debido al cambio climático o la construcción de nuevos desarrollos urbanos.

La personalización del software convencional también nos permitió automatizar procesos, desde el cableado hasta el diseño de durmientes ferroviarios, lo que ahorró miles de horas de trabajo. Además, la integración del modelado de información de construcción (BIM) con otras plataformas digitales permitió a los ingenieros de diseño representar y documentar edificios y sistemas completos en un solo entorno, facilitando la coordinación entre equipos.

Los grandes espacios que son fáciles de acceder no ocurren por casualidad. Trabajamos en conjunto con el gobierno, organizaciones privadas y comunidades locales para diseñar lugares vibrantes y centrados en las personas. Esto implicó consultar con una amplia variedad de grupos para garantizar que el sistema respondiera a las necesidades de una población diversa.

La sección urbana de la línea M1 Metro North West & Bankstown se inauguró en agosto de 2024, conectando el noroeste de Sídney con el Distrito Central de Negocios (CBD). Es el más reciente logro de un proyecto que está conectando la ciudad de nuevas maneras, generando oportunidades y mejorando la calidad de vida.

El servicio de alta frecuencia turn-up-and-go gestiona eficientemente la demanda de pasajeros, aumentando en un 60 % la cantidad de trenes durante las horas pico y permitiendo transportar hasta 100,000 pasajeros adicionales por hora. Al trasladar el flujo de personas al subsuelo, la experiencia del usuario se convirtió en una prioridad de diseño. Los trayectos son ahora más fluidos y accesibles, y las estaciones se han convertido en nuevos puntos de encuentro y referencia para las comunidades.

“Tenemos evidencia anecdótica de personas que han reducido entre 20 y 30 minutos su tiempo de viaje. Eso marca una gran diferencia: pueden pasar más tiempo con sus familias, hacer actividades después del trabajo o participar en actividades extracurriculares que antes no eran posibles,” comenta Sam McWilliam, director general de transporte en WSP.

En la estación Waterloo, obras de arte decoran las paredes, reflejando la cultura e historia del vecindario. La sensación de amplitud y luminosidad se extiende a gran parte de la red, con iluminación especialmente diseñada y espacios subterráneos amplios que crean un ambiente tranquilo y una temperatura agradable. Waterloo ha obtenido una calificación de 6 Estrellas Green Star en Diseño y aspira a una calificación de 5 Estrellas Green Star As-Built, otorgadas por el Green Building Council of Australia, reconocimiento que abarca todos los sistemas mecánicos, eléctricos y de plomería (MEP).